2019 cerrará en pocos días. Un suspiro más y estaremos en medio de las fiestas navideñas y de año nuevo. He querido, por tanto, comenzar con los resúmenes de lo destacado en estos doce meses. Pienso que al centro de cualquier memoria para este año tendrá que colocarse a la mujer como sujeto personal y colectivo principal. Dicho así puede parecer muy general, de modo que tomaré la referencia de mujeres y movimientos específicos, sin prelación alguna, para argumentar la centralidad de la mujer en 2019.
La primera figura para resaltar sería Greta Thunberg, la joven activista ícono del levantamiento global, desde la periferia del poder institucional, ante la crisis climática. Su valentía es apenas comparable a la determinación para ofrecerse como testimonio de un movimiento global necesario, urgente y radical por lo que toca a sus causas y vías de atención. Habría que agregar a lo significativo de su figura la edad, pues con apenas dieciséis años ha impulsado a millones de personas en todo el mundo a tomar conciencia de la crisis climática y activarse para revertir la situación. Los "Fridays for future" que inventó, son ahora la voz de ese Pepe Grillo que susurra semana a semana a los oídos de un mundo todavía reacio a incrementar la velocidad para actuar. Los hechos que la ciencia ofrece son la base de su acción. Rehúye de los discursos que ella misma denomina emocionales y cruza océanos afianzada en lo que la ciencia ha demostrado.
La segunda figura que destacaría es Sanna Marin quien, en esta semana, con treinta y cuatro años, se convertirá en Primera ministra en Finlandia y en la más joven del planeta, luego de haber sido Ministra de transporte. Su posición obedece también al acuerdo de coalición de gobierno votada por cinco partidos políticos, cuatro de ellos liderados por mujeres todas menores de treinta y cinco años. Marin será Primera Ministra del país con mejor puntaje en educación de toda Europa y donde el 69 por ciento de las mujeres tiene un empleo remunerado; además, en la prueba Pisa, las niñas obtuvieron en promedio 24 puntos más que los niños (el promedio de la OCDE fue de solo 2 puntos más). No se trata, al parecer, de un caso excepcional, sino la consecuencia de una condición estructural por décadas construida.
La tercera figura que destacaría es Nancy Pelosi. Ha hecho valer su liderazgo en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos y con política inteligente y recta ha sido firme en su enfrentamiento con el presidente de su país, en un contexto especialmente difícil para la oposición partidista. La vehemencia de su discurso y el enfoque en hacer valer y respetar la Constitución ha hecho posible lo aparentemente imposible políticamente.
La cuarta figura a destacar es "Las tesis". El colectivo de chilenas integrado por Daffne Valdés, Paula Stange, Sibila Sotomayor y Lea Cáceres, cuyo performance "Un violador en tu camino" se ha convertido en himno de la justicia buscada y negada ancestralmente a la mujer. El inicio del canto es contundente: "El patriarcado es un juez que nos juzga por nacer y nuestro castigo es la violencia que no ves", y este verso y el resto, ha sido ahora cantado en todo el mundo, buscando hacer visible lo invisibilizado secularmente. El nombre del colectivo es de suyo un manifiesto, pues alude a las tesis feministas que este colectivo buscó sintetizar y representar a través del performance.
Una quinta figura en este resumen serían las víctimas mujeres. Estudiantes que subieron a un transporte público y ya no regresaron con vida; mujeres y niñas secuestradas; esposas, novias, amigas golpeadas, violentadas y en no pocos casos asesinadas. Cualquier cosa que se escribiera sobre ellas sería decir casi nada ante la vorágine de violencia estructural que las acorrala, desaparece, silencia en el día a día y también para siempre.
Desde luego hay miles de figuras más en la lista. Ejemplifiqué con las anteriores para mostrar lo que desde la periferia del poder o desde la centralidad de este las mujeres están haciendo para bien de la humanidad. Una enseñanza fundamental que encuentro en ellas es que su presencia es colectiva, como su lucha y logros. Como el sufrimiento ancestral y como su reivindicación irreversible.