Creció rodeada de lo que la apasiona. Sus padres, lauderos y músicos, se convirtieron en el camino que la pequeña Silvana quiso seguir. Las calles de Xalapa, Veracruz acogieron sus primeros pasos entre acordes y tardes líricas. Para ella, fue tan sencillo como afirmar el color azul del cielo.
“Mis papás son músicos clásicos y se fueron a Italia de lauderos, por lo que crecí rodeada de mucha música latinoamericana y mi decisión de ser músico fue muy natural”.
Estrada decidió dejar su hogar en búsqueda del sonido que la cautivara y la hiciera sentir ella misma. Con sus raíces en las maletas, discos de Violeta Parra, Soledad Bravo o Silvio Rodríguez, viajó a Nueva York a estudiar, escribir y cantar. Fue ahí, donde su carrera como cantante comenzó a consolidarse. Tiene un gran amor por la música latinoamericana, por las letras honestas y la libertad creativa.
En la ciudad neoyorquina logró hacer una alianza con Charlie Hunter, importante guitarrista y compositor estadounidense de jazz. En el disco que grabaron juntos, la veracruzana se encargó de escribir las letras de cada una de las canciones e imprimirles su voz. No solo tuvo la oportunidad de tocar junto a Hunter, sino que Antonio Sánchez, baterista y compositor de jazz mexicano, también fue uno de los invitados en el proyecto.
Silvana Estrada, ahora, se siente más compositora que cantante. Sus letras son poesía que parten desde el más puro sentimiento. “En especial la literatura es de gran inspiración en mi vida, por eso trato que mis letras sean poesía musicalizada”. Después de su pequeña gira por Estados Unidos con Hunter, regresó a la Ciudad de México para abrirse camino en la escena independiente.
Su voz es indescriptible, inconfundible, inaudita. Un llanto largo y lento que celebra la vida y cura cada herida mal sanada, cada corazón emocionado y cada suspiro arraigado en la garganta. Su música mezcla lo indie, el jazz y el folk latinoamericano.
Es honesta, directa y sin pretensiones. Gracias a ello, ha compartido escenario con Natalia Lafourcade, Love of Lesbian, David Aguilar, entre otros. Poco a poco, se ha ido convirtiendo en un referente en el ámbito musical mexicano. “Quiero hacer música, claro que quiero que le llegue a mucha gente, cuanta más gente posible, porque conectar es de lo más hermoso que te puede pasar”, dice una joven que ha llevado su sonido a Latinoamericana, Estados Unidos y Europa.