Un extranjero que adoptó a México

Cristiano Gomes da Fonseca llegó al país hace 24 meses, acompañado de su esposa y de su hijo de dos años de edad. Trabajaba desde hace más de 25 años en Maxion, una industria que produce entre otras cosas chasises de tractocamiones.

La compañía adquirió en Castaños Coahuila, al norte de México, una planta fabricante de largueros de exportación, y la empresa carioca requería a directivos de confianza para realizar los cambios y ajustes de la nueva filial.

A Cristiano, como a otros ejecutivos con el perfil adecuado, les propusieron trabajar en Maxion Inmagusa, en México, durante cuatro años. Gomes da Fonseca platicó largamente con su esposa, preocupado por los cambios que tendrían que asumir si aceptaba viajar al país Azteca. Su mayor preocupación era su hijo de dos años.

Aceptaron el reto y viajaron al país. Castaños, comunidad donde está la planta Maxion Inmagusa, resultó ser una comunidad pequeña, a un lado de una ciudad un poco más grande industrial, Monclova.

Esta tierra los cautivó, reconoció Cristiano, que señaló emocionado “México es un país grandioso, pero su gente, su gente es más”.

Hoy Gomes no piensa en los dos años que le quedan de estancia en este país, que lo recibió y acogió con calidez, por el contrario quiere quedarse, para siempre.

Hablando con su marcado acento portugués sostiene el carioca con una gran sonrisa: “yo soy mexicano, soy de San Buena (risueña población ubicada a 37 kilómetros al poniente de Castaños)”.

Luego dice orgulloso “mi esposa está embarazada; vamos a tener una hija, y va a ser mexicana”.

Cristiano Gomes fue uno de los 220 trabajadores mexicanos de Maxion Inmagusa y de los cuatro brasileños que recibieron una placa de reconocimiento por años de servicio.

El carioca cumplió 25 años de permanencia laboral en Maxion, y ahora aspira a convertirse en mexicano.