El 'clown' como expresión social

En 2008 tuvo la fortuna de iniciar su formación escénica bajo la instrucción del fallecido artista Ricardo Violante. Posteriormente, junto a otros compañeros, formó la Tropa Cachivaches. Allí experimentó con los formatos de cabaret y stand-up.

El año pasado, Elías García decidió pausar su participación en Cachivaches y construyó la plataforma Escénica Fantoche en la que realiza montajes independientes con una percepción social y transgresora.

Pero fue durante su travesía artística en que el lagunero se preparó tomando cátedra con profesionales del género clown como Jeff Johnson y Gaby Muñoz.

"Del clown hay tantas definiciones como hay ejecutantes. Hay gente que te va a decir que es una técnica teatral o incluso un tipo de personaje. Ya dependerá de la persona que lo hace cómo lo define".

DEFINICIÓN

Para García, el clown resuena más en una filosofía de vida y en una práctica viable de llevarse a cabo en el escenario para "generar, contemplar, hacer catarsis y vivir como espectador, más de la experiencia humana".

El principal problema que enfrenta el clown, como producto escénico, es el prejuicio que lo rodea sobre la idea que se tiene de que es un género para niños.

"Realmente el clown no es para niños (primero, les da miedo el payaso). El clown creo que es para los adultos que necesitamos más recordatorios de lo que el clown puede llegar a mostrar en un escenario".

García resalta la inocencia, la experiencia ingenua, el amor y el odio como parte de lo que el artista clown puede compartir a su público.

"La función del clown es realmente desconectarse y ser este portero entre el mundo de sueños y el mundo real. Permitir que conozcamos nuestras partes más profundas. No solamente la risa".

El artista también aclara que el clown no es un creador meramente de comedia. Sino alguien que experimenta y muestra a través de su cuerpo la experiencia humana (absurda y ridícula). La risa es una consecuencia de lo anterior, pero no significa el objetivo principal del payaso o del clown escénico.

"La gente cree que va a ver un espectáculo clown y se va a reír. No necesariamente, puede ser una pieza de clown sumamente trágica y melodramática, haber muchas lágrimas, dolor, indignación. El clown no es sinónimo de comedia"

García continúa e infiere que "como cualquier persona normal", un clown puede abordar cualquiera de los problemas sociales que afectan al mundo contemporáneo como el tema de equidad de género.

"El clown se sube a un escenario y va plasmando esto, de una forma más desconectada, más deconstruida, más absurda, ridícula, patética y poética. Y tal vez, con esos tintes de bufón y de cabaret también reprochándolo, recriminándolo o evidenciándolo a un público que puede estar en la misma situación que el personaje que está en el escenario, o que ha sido victimario de la situación que está en el escenario".

Elías García prefiere apegarse a la máxima de demostrar y no decir, y de hacer y no anunciar.

PERSONAJE

El artista afirma que todos sus personajes y actuaciones parten desde su persona, los construye en función de lo que quiere mostrar.

Un ejemplo es Pinche Payaso, personaje que interpretará en la función Clownbaret para el aniversario de la librería El Astillero, que creó con la idea de un "machito tradicional, mexicano, norteño, incapaz de pedir ayuda para ciertas cosas y cómo esta interiorización, este patriarcado de violencia machista interiorizada, lo va destruyendo".

García estará presentando su show clown el 31 de agosto, a las 20:00 horas en librería El Astillero. Pero antes, el 25 de agosto a las 10:30 horas, participará como cuentacuentos para niños en Casa Juárez.